El diseño gráfico en la exposición iberoamericana de Sevilla 1929

Juan Gris. A Don Luis

Ainhoa Martín

Este trabajo de investigación reúne y analiza por primera vez, desde la perspectiva del diseño gráfico, los carteles y la principal documentación gráfica que sirvieron de propaganda a la Exposición Ibero Americana de Sevilla de 1929. Visto con perspectiva histórica, este legado puede señalarse como la primera campaña masiva de turismo y, al tiempo, de propaganda política, realizada por España como Estado. Gracias al impulso del Patronato Nacional de Turismo, creado el 25 de abril de 1928, la promoción de las Exposiciones de Sevilla y Barcelona sirvió como vehículo para desarrollar el primer plan estratégico de comunicación en el que un gobierno español trataba de crear, aún de forma rudimentaria, lo que los teóricos actuales de mercadotecnia definen como marca-país, ofreciendo una imagen de España que subrayaba el potencial estratégico de su pasado imperial.

Primer proyecto español de marca-país: la Exposición Iberoamericana de Sevilla, 1929

Portada de la revista Vida Gráfica Española dedicada a la exposición de Sevilla

Ainhoa Martín

El concepto de marca-país es relativamente novedoso. Simon Anholt en 1996 en su disertación “Marcapaís del siglo XXI” señaló que, al igual que las empresas los países dependen de su buen nombre o imagen de marca1. Países, ciudades o regiones pueden construir una imagen —un concepto de lo que son y de cómo le gustaría que les viesen— y fabricar una marca, tal y como lo haríamos con un detergente. No obstante, si un país desea cambiar de imagen, no sólo deberá cambiar lo que es y lo que hace; sino habrá también de cambiar la manera en la que hace las cosas.

Los cuatro elementos: voces internas y correspondencias simbólico-plásticas

Robert Fludd - Philosophia Moysaica, Utriusque Cosmi, Philosophia Sacra, 1617-1638

Rosa Román Varela

Los elementos agua, tierra, aire y fuego, definidos por la filosofía natural como cada uno de los cuatro principios inmediatos fundamentales considerados en la composición de los cuerpos, no son auténticamente elementales. La realidad científica, los avances de la química y de la física cuántica, demuestran la existencia de naturalezas más elementales, detectadas incluso en los componentes químicos de cada uno de estos cuatro agentes. No obstante, para el artista la realidad científica en la cual están fundamentados dichos presupuestos es desbordada por la imaginación creadora a través de leyes que no corresponden a un pensamiento únicamente fundamentado en lo lógico y racional. Desde la perspectiva del artista las propiedades físico-químicas apenas cuentan, siendo de vital importancia la complejidad metafórica o simbólica canalizada a través de la expresión plástica, en la cual ninguno de los cuatro elementos se manifiesta exclusivamente como sustancia, sino como suma de dos componentes, uno material y otro espiritual.

Las imágenes como lugares de lo real y posibilidades de agencia

Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer realizado por Valeriano Domínguez Bécquer

José Pedro Aznárez

Las imágenes y los relatos forman parte integral e indiscernible de la realidad y experiencia humanas. Son a la vez una construcción social y constructoras de realidad. Pero no son elementos autónomos, sino que sus significados y su capacidad para generar experiencia dependen de las relaciones que se establezcan cultural y subjetivamente entre ellas y el resto de lo cultural, los imaginarios, los mitos, etc. y por eso son contingentes y cambian sin cesar. Precisamente por ello, podemos intervenir en el modo en que el mundo es construido y comprendido elaborando nuevas interpretaciones sobre las imágenes, facilitando nuevas posibilidades de experiencia y/o creando imágenes.

Cultura Audio y Cultura Visual

Cultura audio y cultura visual

Daniel García Bonelli

Según la leyenda, en el año 753 a. C. dos hermanos, que habían sido amamantados por una loba, disputaron por la fundación de una ciudad. Eran Rómulo y Remo, y la ciudad, Roma. Cuál de los dos tendría el derecho a fundarla lo decidirían los dioses; el problema era comunicarse con ellos. ¿Cómo nos hablaban los seres celestiales? ¿Cuál era el lenguaje de los dioses? Para los romanos era visual: en este caso la aparición de unos buitres.